Todos los que hayáis viajado en avión y hayáis estado atentos a las instrucciones del personal auxiliar antes de comenzar el vuelo conoceréis los pasos a seguir ante determinadas situaciones de emergencia que pueden darse (aunque no son muy frecuentes) durante el mismo. Una de ellas es la colocación de la mascarilla de oxígeno, la cual voy a utilizar como metáfora para la situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo debido al coronavirus.
Esta metáfora la utilizo mucho en consulta pues, a pesar de las indicaciones, solemos actuar justo al contrario de como se nos indica. Cuando le pregunto a un paciente el orden en el que actuaría, incluso viajando con niños, suele contestar diciendo que primero a quien tiene al lado, y después a uno mismo.
¿Cómo es posible que esto vaya en contra de la seguridad de todos, cuando lo que intentamos es garantizar que la otra persona esté bien?
En una situación crítica, como es una despresurización de la cabina, cada segundo es crucial. Si no nos aseguramos de estar bien, no podremos ayudar a los demás. Imagina el caso en el que tratas de ayudar a quien va sentado junto a ti y, debido a la ansiedad que presenta, entorpece el poder colocarle la mascarilla. Esos segundos de retraso pueden ser los suficientes como para que los dos os quedéis sin aire y os desmayéis, no pudiendo seguir ayudando a los demás. Si, en cambio, te aseguras bien de colocarte la mascarilla y recuperar el aire, entonces podrás ayudar de una forma más eficaz a los de alrededor.
Mirar por uno mismo no quiere decir no hacerlo o perjudicar a los demás, sino más bien todo lo contrario. Estando bien uno mismo es cuando mejor podrá estar para los demás.
¿Cómo se relaciona esto con la situación actual del COVID-19?
A todos nos están pidiendo responsabilidad individual para poder garantizar la seguridad colectiva. Tanto si permaneces todo el tiempo en casa, como si sales a trabajar, comprar, o ayudar a alguna persona vulnerable, tu forma de protegerte marcará cómo lo haces con los que te relacionas. Seguir los consejos del Ministerio de Sanidad:
La distancia de seguridad, el lavado de manos y permanecer en casa son la clave para que nos protejamos todos y actuar ante la sospecha de síntomas, serán tu gran aportación para frenar esto.
Para terminar, y dado que todo esto pasará, me gustaría dejaros reflexionando sobre cómo habéis actuado con otras “mascarillas de oxígeno” a lo largo de vuestra vida y cómo queréis seguir haciéndolo en el futuro.
Nosotros seguimos trabajando para ayudar a afrontar ésta o cualquier otra dificultad personal. Por eso, si necesitas más información o quieres mantener una sesión psicológica, ponte en contacto con nosotros a través del teléfono 667 481 193 o mediante el siguiente formulario, pues seguimos estando a través de videollamada.
Créditos de la imagen: Fabrizio Verrecchia on Unsplash
